La experta en políticas tecnológicas, Marietje Schaake, destaca el ejemplo de la Corporación y la sitúa como un referente de modelo empresarial en el reciente debate sobre la competitividad tecnológica de la Unión Europea.
En un artículo de opinión publicado por Financial Times, titulado ‘How should Europe build its own Silicon Valley?’, la experta neerlandesa en políticas tecnológicas, Marietje Schaake, ha señalado a la Corporación MONDRAGON como un ejemplo de éxito dentro del panorama europeo de innovación tecnológica. La autora resalta que MONDRAGON, formada por cooperativas vascas y orientada hacia un modelo de gobernanza democrática y sostenibilidad, ofrece una alternativa a la tradicional estrategia de crecimiento acelerado de Silicon Valley.
Según Schaake, el enfoque de MONDRAGON, que prioriza a las personas y la estabilidad financiera por encima del beneficio a corto plazo, constituye una propuesta innovadora frente al modelo dominante en el sector tecnológico. Las personas tienen la posibilidad de participar en decisiones clave, y las diferencias salariales dentro de la organización se mantienen en un margen limitado, sin accionistas externos que busquen maximizar el rendimiento económico. La autora destaca que la Corporación es uno de los grupos empresariales más grandes de España y que registró más de 11.000 millones de euros en ventas el año pasado.
Referente europeo
La reflexión de Schaake surge a raíz del reciente informe de Mario Draghi sobre la competitividad de la UE, que destaca la necesidad de una autonomía digital y la inversión en infraestructuras tecnológicas propias. La autora considera que el enfoque de la Corporación, basado en valores y en un crecimiento sostenido y democrático, podría ser una fuente de inspiración para los futuros desarrollos tecnológicos europeos.
La autora considera que el enfoque de la Corporación, basado en valores y en un crecimiento sostenido y democrático, podría ser una fuente de inspiración para los futuros desarrollos tecnológicos europeos.
Schaake también menciona otras iniciativas como ‘Public Spaces’, una coalición de instituciones públicas que busca reducir la dependencia de las grandes tecnológicas estadounidenses. Tanto MONDRAGON como ‘Public Spaces’ ilustran, según la autora, un camino hacia tecnologías más transparentes, responsables y sostenibles.
El artículo concluye enfatizando la importancia de aprovechar el impulso actual para reducir la dependencia tecnológica del extranjero y construir alternativas sólidas basadas en principios europeos. MONDRAGON, según Schaake, es una de las claves para demostrar que otro modelo es posible en el desarrollo digital del continente.