Pedro J. Schoch es director de Desarrollo Corporativo, Marketing y Comunicación de GMV. Ingeniero aeroespacial por la Universidad de Saint Louis (1988), MBA por ESCP (2000) y PDG por IESE (2011), inicia su carrera en GMV participando en diversos proyectos en el ámbito de la dinámica de vuelo y centros de control para la Agencia Espacial Europea. En 1998 asume la dirección de la cuenta de Eutelsat, y en 2001 es nombrado director de Marketing y Comunicación de Espacio y Defensa. En 2009 pasa a dirigir el área de Marketing y Desarrollo de Negocio de Espacio, y dos años más tarde es nombrado director de Nuevos Mercados y Relaciones Institucionales. En 2013 se traslada a EE. UU. como director de la filial estadounidense de GMV y, a su regreso a España, en 2017, es nombrado director de Desarrollo Corporativo. Desde abril de 2021, asume la Dirección de Desarrollo Corporativo, Marketing y Comunicación de GMV.
GMV es un referente global en tecnología con más de 40 años de historia. ¿Cuáles son los valores que constituyen la identidad de vuestra marca?
En GMV nos guiamos por valores que han estado presentes desde nuestra fundación: la pasión por los retos, la innovación constante, la excelencia técnica, la competitividad y el compromiso con el cliente. Por encima de todo, creemos firmemente en el valor de nuestro equipo humano, que es el verdadero motor de la compañía. Impulsamos un crecimiento sostenible basado en el conocimiento, el talento y la cooperación.
¿Qué sectores clave abarca hoy GMV y cómo se interrelacionan entre sí?
GMV opera en sectores tan diversos como el espacial, la defensa y seguridad, el transporte inteligente, la ciberseguridad y las tecnologías de la información y comunicación aplicadas a varios sectores como la sanidad, las telecomunicaciones, las finanzas y la transformación digital de las administraciones públicas y grandes corporaciones.
Nuestra fortaleza, y uno de los vectores de crecimiento más sólidos, reside en la capacidad de transferir tecnologías y soluciones de un sector a otro, generando sinergias que multiplican el valor de nuestras propuestas y fomentan una innovación transversal.
Ejemplos claros de ello son la utilización de tecnología espacial de localización en el sector del transporte, o el uso de capacidades e infraestructuras espaciales de comunicaciones, navegación o teledetección para reforzar nuestra propuesta en el ámbito de la defensa, que en el actual contexto geopolítico es clave para contribuir a la seguridad de nuestro país y a la consecución de la autonomía estratégica.
¿Qué tecnologías o proyectos recientes destacaríais como claves en la evolución de la compañía?
En 2024 celebramos nuestro 40º aniversario, y a lo largo de estas cuatro décadas hemos desarrollado tecnologías avanzadas y participado en numerosos proyectos que han contribuido a configurar GMV tal como la conocemos actualmente.
Entre las tecnologías más relevantes, cabe destacar la navegación por satélite, que ha permitido a GMV ocupar una posición de liderazgo tanto en el desarrollo de sistemas como EGNOS o Galileo, como en la aplicación de estas tecnologías a sectores tan diversos como la defensa, la movilidad y los sistemas inteligentes de transporte o la aeronáutica.
También destacan nuestras soluciones de ciberseguridad, iniciadas en los años 90 y que hoy están plenamente integradas en todos nuestros sistemas y soluciones, aportando un valor diferencial frente a la competencia.
A ello se suman proyectos emblemáticos como los centros de control de satélites, la aplicación de la inteligencia artificial o los desarrollos de sistemas de mando y control en el ámbito de la defensa.
Todos estos desarrollos tecnológicos y proyectos, junto a otros, nos han permitido ocupar posiciones de liderazgo y consolidar una trayectoria de crecimiento fuerte y sostenido que nos permite mirar al futuro con confianza.
Más del 70 % de su vuestra facturación proviene de proyectos internacionales en los cinco continentes. ¿Cómo ha sido el proceso de internacionalización de la compañía?
Efectivamente, nuestra facturación ha procedido históricamente en torno a un 75% de mercados internacionales. Esto se debe, principalmente, a que los sectores en los que desarrollamos nuestra actividad —especialmente el espacial, la defensa y el transporte— son globales por naturaleza.
Nuestro proceso de internacionalización ha sido progresivo. Desde nuestros inicios como una pequeña startup, comenzamos colaborando con grandes empresas y organismos internacionales. A principios de los años 2000 identificamos la necesidad de establecer filiales propias en mercados clave, lo que nos permitió reforzar nuestra presencia local y aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento.
Este proceso ha sido natural y se ha llevado a cabo tanto mediante la apertura de filiales (como en Francia, Polonia o Rumanía), como a través de adquisiciones (como en Reino Unido o Portugal) o una combinación de ambas (como en Alemania o EEUU).
Actualmente estamos presentes en más de 12 países, y hemos desplegado soluciones y sistemas en más de 80. Participamos en proyectos cada vez más grandes y con mayor responsabilidad, liderando grandes consorcios internacionales con mayor frecuencia.
¿Cómo se gestiona la coherencia de marca en contextos culturales y sectoriales tan diversos?
Mantenemos una identidad de marca fuerte y coherente, basada en nuestros valores fundacionales, aplicables en toda la compañía independientemente del sector o la región geográfica donde desarrollemos nuestra actividad. Esto nos permite proyectar una imagen corporativa sólida y reconocible tanto a nivel sectorial como a nivel de opinión pública, además de posicionarnos como una empresa empleadora atractiva para atraer y retener talento.
Al mismo tiempo, adaptamos nuestro mensaje y narrativa a los distintos contextos geográficos y sectoriales para conectar de manera más directa. La clave está en combinar una visión global y corporativa con una gestión local y especializada.
¿Cuáles son los retos a los que os enfrentáis de cara a los próximos años?
Nos enfrentamos al reto constante de anticipar el cambio tecnológico para mantenernos en la vanguardia, incorporando tecnologías emergentes como la inteligencia artificial generativa o la computación cuántica y adaptándonos a entornos cada vez más complejos y competitivos, incluido el nuevo escenario geopolítico internacional. Nuestro objetivo es estar preparados para aprovechar las oportunidades que estos cambios puedan ofrecer.
Otros desafíos clave son la atracción y fidelización del talento, el impulso de la sostenibilidad en nuestros procesos y soluciones, y la capacidad de escalar nuestras soluciones tecnológicas a nivel global.
Asimismo, queremos reforzar nuestro papel en sectores estratégicos como el espacio, la defensa y la ciberseguridad, avanzando en la cadena de valor y contribuyendo a la autonomía tecnológica de España y de Europa.
¿Cómo contribuye GMV a fortalecer la Marca España en mercados internacionales?
La imagen internacional de España se ha asociado tradicionalmente a ámbitos como la cultura, el turismo, la gastronomía o el deporte, donde nuestro país tiene una presencia destacada. Sin embargo, también existe una realidad tecnológica sólida, aunque menos conocida, que merece ser visibilizada.
GMV es uno de los exponentes de esa España tecnológica, innovadora y con capacidad de competir al más alto nivel. Somos una empresa que exporta conocimiento, participa en grandes programas internacionales y genera valor desde España hacia el mundo, como demuestra nuestra trayectoria de más de 40 años.
Nuestra actividad contribuye a reforzar la percepción de España como un país puntero en ingeniería y tecnología de vanguardia, y nuestra presencia global nos convierte en embajadores del talento y la excelencia que existen en nuestro país.